Verband Deutscher Prädikatsweingüter e.V.
La V.D.P. es una asociación registrada que integra a las más reputadas explotaciones vinícolas de Alemania. Actualmente forman parte de ella unos 200 viticultores, agrupados en secciones regionales correspondientes a las 13 denominaciones. Cada una de estas secciones regionales dispone de una presidencia propia y deciden de forma independiente sobre todos los asuntos que conciernen a sus socios y a los vinos de su denominación.
Existe una presidencia nacional, como cabeza de la organización con 2 vicepresidentes, que actúan como interinos, su función es supra regional para gestionar y determinar la línea general de actuación y representar a la V.D.P. en el exterior. Las decisiones de dimensiones nacionales siempre se toman en asambleas anuales, con propuestas elaboradas por parte de la presidencia nacional en colaboración con todos los presidentes regionales, donde cada socio tiene su voto según normativa para asociaciones registradas (e.V.). Las decisiones como la admisión/expulsión de productores, modificaciones en la clasificación de los pagos, variedades permitidas para los vinos GL (Grosse Lage), se toman en exclusiva en las secciones regionales a través de su presidente y de acuerdo con los socios en cada una de las denominaciones, por lo tanto se puede definir su estructura interna como una estructura democrática y federal. El actual presidente nacional es Steffen Christmann, propietario de la bodega “A.Christmann” en “Pfalz”.
En términos de cantidad, la producción vinícola de los socios de la V.D.P. representa un porcentaje muy pequeño ( < 5 % ) de la totalidad del cultivo y producción nacional de Alemania, pero integra casi en su totalidad los mejores viñedos de todas las zonas vinícolas. Fundada en el año 1910 por 4 delegaciones de Pfalz, Rheinhessen, Rheingau y Mosel, el objetivo original era producir y distribuir solo “vinos naturales”, o en otras palabras vinos sin ningún ingrediente añadido por parte del productor, sobre todo prohibir la chaptalización.
En las primeras décadas, la venta de los vinos se realizaba únicamente a través de subastas organizadas por los socios de cada región/denominación debido a la falta de otras estructuras eficaces para la distribución de vinos de este nivel. En esa época, los vinos de los productores asociados ya llegaron al más alto nivel en el mundo entero. Desde el año 1926 el símbolo de la asociación es un sello con el águila imperial.
Después de la segunda guerra mundial, cuando por influencia política los intereses de grandes empresas vinícolas fuera de la de la V.D.P. dominaban en el proceso de la reforma legislativa, se permitía producir y clasificar vinos en Alemania en contra de los principios fundamentales del V.D.P. (ver archivo “clasificación estatal”) Desgraciadamente el V.D.P. no podía aportar sus valores en esta última edición del ley de 1971, cuyas normas provocaron al final de la década de los setenta y el comienzo de los ochenta la mayor crisis de la viticultura alemana del siglo XX con respecto a su reputación mundial y a la situación económica de muchos productores fuera pero también dentro de V.D.P.
Como consecuencia de esta situación la V.D.P. estableció órdenes aún más estrictas para sus socios respecto al rendimiento máximo, la forma de cosecha y la selección de las variedades cultivadas para diferenciarse mejor de la masa de vinos ofrecidos en el mercado por las explotaciones vinícolas fuera de la asociación. Aún con eso no mejoraba la situación de una forma sustancial, porque no había manera alguna de explicar bajo de la normativa para las etiquetas, el porqué los vinos producidos bajo las normas de la V.D.P. eran de mejor calidad y tenían precios más altos. La cuestión era poder clasificar sus vinos según parámetros internos, y sobre todo diferenciar la calidad superior de los mejores pagos, históricamente documentados en los mapas estatales del siglo XIX, prácticamente 100 % en propiedad de sus socios, e indicar estos valores de alguna forma en las etiquetas.
Hoy por hoy el reto principal de esta asociación es la introducción oficial de una clasificación propia en base al valor de sus pagos, parecida a la de la Borgoña, pero que al mismo tiempo cumpla también todas las normas de la actual legislación estatal.